FIEBRE NOCTURNA DE AMOR
La noche lóbrega abría su
manto
Empezaba a sonar muy tenue
Aquella nuestra canción
y con ella la angustia se
apoderaba de mí.
Mi corazón y mi mente
despertaban,
con un ímpetu abrasador y
volcánico
y jugaban con tu recuerdo aún
vivo,
hasta hacerlo confluir vitalmente
en el deseo vehemente de
amar.
Las notas de la canción
seguían sonando.
Yo quería detener ese
momento fatal,
quería dejar de sentir, de vivir un instante,
me concentraba y parecía
que lo lograba ,
pero tú nunca llegaste a
esta lid.